La Iglesia Casa de Dios Conmemora la Resurrección con una Impactante Obra Teatral «La Pasión de Cristo»

Prensa Casa de Dios CNP 24974

Este domingo de resurrección, la iglesia Casa de Dios se convirtió en un escenario vibrante y conmovedor con la representación de «La Pasión de Cristo: Sueño de Morir».

Más de 60 actores, bajo la dirección de Cyndys Vasques y el guion de Roi Hernández, ofrecieron una experiencia única que transportó al público a la época de Cristo.

Bajo la producción de los Pastores Julio Mata y Marcelys de Mata, quienes por segundo año consecutivo han revivido la Pasión de Cristo, para mostrar a los asistentes el verdadero significado del amor de Dios.

La obra retrató los momentos más significativos de la vida de Jesús, comenzando con su ministerio y los milagros que realizó, como la sanación de enfermos.

A medida que la historia avanzaba, se representaron escenas emblemáticas, como la última cena, donde Jesús comparte su último momento con sus discípulos, y la traición de Judas, que marcó el inicio de su sufrimiento.

Con una escenografía meticulosamente diseñada para reflejar la época, el público fue testigo de la agonía en el jardín de Getsemaní, donde Jesús oró antes de su arresto.

La obra no escatimó en dramatismo al mostrar su juicio ante Pilato, su condena y la carga de la cruz, simbolizando el sacrificio que hizo por la humanidad.

La coreografía, a cargo de Muchell Vasquez, integró danza y dramatización, enriqueciendo cada escena con un movimiento que capturó la tensión y la emoción del momento.

Los asistentes no solo observaron, sino que se sintieron parte de la historia, reflexionando sobre el profundo significado de la fe y la redención.

Más de 600 fieles se unieron en esta celebración, que no solo conmemoró la resurrección de Cristo, sino que también reafirmó el compromiso de la comunidad con los valores de amor, esperanza y unidad.

La obra culminó con la resurrección de Jesús, un poderoso recordatorio de que sigue vivo y estará presente en cada corazón que lo reciba como su Salvador!