Mirladys Marcano
Ciudad Bolívar. Residentes de la calle Nicaragua en el sector la lucha, parroquía Sabanita denuncian con desesperación que llevan tres meses sin agua potable; una situación que ha transformado sus rutinas básicas en un sufrimiento constante por la supervivencia y la higiene básica.
La escasez prolongada de agua en la Calle Nicaragua no es un problema nuevo, pero su agudización en los últimos tres meses ha llevado a los vecinos al límite de su paciencia, ya que deben buscar fuentes de agua alternativas, y se ven forzados a comprar a precios exorbitantes a camiones cisterna clandestinos.
«Hemos estado recogiendo agua de donde sea, en tobos, en botellas, pero ya no podemos más», expresó Carmen Rivas, residente de la calle por más de 20 años, con voz quebrada.
«Mis hijos pierden días de clases porque a veces no tengo 1$ para pagar un tambor de agua, imagínese como se ponen nuestros hogares de insalubres por esta problemática, sin contar que tenemos miedo de enfermarnos por que el agua que nos venden los camiones clandestinos no sabemos de donde la traen y muchas veces ni tratada esta» afirmó.
La situación ha provocado un deterioro significativo en la calidad de vida de los habitantes.

La acumulación de basura y la proliferación de enfermedades gastrointestinales son solo algunas de las consecuencias directas de la falta de un servicio tan esencial.
Los vecinos aseguran haber presentado múltiples denuncias ante las autoridades locales y la empresa hidrológica, pero hasta la fecha, sus llamados no han sido atendidos.
«Hemos ido a Hidrobolívar innumerables veces, hemos entregado cartas, hemos hablado con todo el mundo, pero nadie nos da una solución concreta», manifestó Leonel Ramírez, vecino residente de la zona.
«Nos dicen que es un problema de bombas, que es falta de presión, pero el hecho es que seguimos sin una gota de agua en nuestras casas».
La comunidad exige una respuesta inmediata y efectiva por parte de los organismos competentes.
Piden que se realicen las reparaciones necesarias en la red de distribución, se garantice el suministro de agua potable de manera constante y se establezca un plan de contingencia que les permita acceder al vital líquido mientras se resuelve la problemática de fondo.
