El canciller de Costa Rica, Arnoldo André, negó la existencia de violaciones a los derechos humanos de los 200 migrantes, entre ellos 81 menores, de diversas nacionalidades que este país recibió desde Estados Unidos en febrero pasado.
«Todo el ordenamiento jurídico costarricense incluyendo las disposiciones de refugio y de asilo tienen vigencia», declaró André en una comparecencia ante el Congreso.
El diplomático dijo que el acuerdo con Estados Unidos es «de buena fe», con ánimo de cooperación y solidaridad, en el cual Costa Rica se comprometió a brindar la ayuda humanitaria y Washington a correr con los costos de su estadía y de su repatriación a sus países o a una tercera nación segura.
«Costa Rica es un país serio, coherente y ordenado en su político exterior. Estamos asumiendo la responsabilidad de atender a estas familias y les estamos garantizando su retorno ordenado y seguro a su país de origen o destino final», apuntó el ministro.
Según el canciller, de los 200 migrantes recibidos, 69 personas ya regresaron a sus países, 34 están en proceso de retorno pronto y está pendiente el proceso para 97. Ninguno ha solicitado asilo o refugio.