En un operativo denominado «Operación Marea» en el que participaron agencias federales, estatales y locales fueron detenidos 1.120 migrantes, así lo informó el gobernador Ron DeSantis en rueda de prensa.
Según el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), los detenidos son “extranjeros ilegales con antecedentes criminales”.
Las autoridades lo calificaron como la mayor operación conjunta de inmigración en la historia de Florida.
DeSantis celebró el operativo como una muestra del liderazgo de Florida en el cumplimiento de las leyes migratorias.
“Florida se ha convertido en la punta de lanza del país en la aplicación de la ley federal de inmigración”, declaró, reiterando su compromiso con políticas de seguridad fronteriza.
Durante la rueda de prensa, DeSantis aseguró que el 63% de los detenidos ya contaba con órdenes de arresto o condenas penales previas, y muchos enfrentan cargos graves como delitos violentos y crímenes sexuales, pertenecen a pandillas o tienen vínculos con organizaciones criminales.