El número de migrantes irregulares que atraviesan la selva del Darién, la frontera natural entre Panamá y Colombia, se edujo en lo que va de 2025, con una caída de 96 %.
Según datos del Servicio Nacional de Migración (SNM) de Panamá, hasta la fecha han cruzado 2.637 personas, un registro ínfimo comparado con los 72.294 migrantes registrados a fecha del 28 de febrero del año pasado.
Las autoridades panameñas atribuyen esta reducción a varias medidas implementadas, entre ellas el cierre de rutas en la selva para canalizar el tránsito a través de un corredor humanitario, la imposición de multas a quienes ingresan de manera irregular, el impacto de la temporada de lluvias y el programa de deportación aérea financiado por Estados Unidos.
Desde la firma del acuerdo migratorio entre ambos países el pasado 1 de julio, más de 40 vuelos repatriaron a migrantes que ingresaron a Panamá sin autorización.
El gobierno de Panamá también señaló que el endurecimiento de las políticas migratorias en Estados Unidos, tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, generó un cambio en la dinámica de la migración.