El auge del nazismo estremece a Alemania

A 80 años del fin del Tercer Reich y del terrible Holocausto, regresan los temores del auge de la ultraderecha y de emular el capítulo más oscuro de la historia de Alemania.

Recordemos que el Partido Nazi fue uno de los muchos movimientos políticos radicales que surgieron en Alemania durante la década de 1920. Adolf Hitler y sus seguidores ganaron notoriedad cuando este intentó tomar el poder por la fuerza en 1923; sin embargo, no tuvo éxito y replanteó su estrategia política yendo a las urnas.

En 1928, el Partido Nazi obtuvo menos de 3% del voto nacional en las elecciones para el parlamento alemán. Pero esta situación dio un giro a partir de 1930, cuando la crisis económica y política en Alemania generó un descontento generalizado que catapultó a los nazis al centro del escenario político.

La desesperación del pueblo alemán y el desmoronamiento de la República consolidaron a Hitler y su ascenso al poder en 1933.

Actualmente, la situación política y económica de Alemania abre una grieta para dejar colar lo que muchos pensaban imposible, o se resistían a creer que podría regresar: el nazismo.

Momento político. Las elecciones federales de Alemania están programadas para este domingo 23 de febrero y se celebrarán en un contexto de inestabilidad política y económica, que no solo es interna, sino que agrupa un cúmulo de acontecimientos internacionales que afectan el desarrollo del país. Sin duda, el momento perfecto para el surgimiento de una “alternativa”.

La inflación subió a 2,6% interanual en diciembre, manteniendo el alza que reflejó en los meses de octubre y noviembre; el incremento en los alimentos y servicios ha sido sustancial y viene afectando progresivamente a la población. Además, el apoyo militar a Ucrania y el genocidio que lleva a cabo Israel en territorio palestino han generado un clima de incertidumbre y polarización entre los alemanes.

A medida que se acercan los comicios, las encuestas indican que la Unión Democristiana (CDU), liderada por Friedrich Merz, se perfila como la fuerza más votada, y capitaliza el desgaste de la coalición de gobierno encabezada por los socialdemócratas (SPD) de Olaf Scholz, junto con los Verdes y los liberales del Partido Democrático Libre (FDP).

Pero el foco de atención no está solamente en la CDU, sino en el ascenso de la ultraderecha neonazi, representada por el partido Alternativa para Alemania (AfD). Un partido, fundado hace 10 años, que tradicionalmente ha sido marginado por las fuerzas políticas pero que, aprovechando la coyuntura, está logrando una influencia sin precedentes en el debate nacional de Alemania.

El AfD en muy poco tiempo ha logrado ingresar al Bundestag (Parlamento Federal), tener representación en catorce de las dieciséis legislaturas estatales, así como en numerosas jurisdicciones locales y, además, tener una representación en el Parlamento Europeo, donde forma parte del grupo Europa de las Naciones Soberanas: la fuerza más radical de la derecha en la Eurocámara.

Alternativa para Alemania continúa ganando apoyo, a pesar de sus posiciones abiertamente xenófobas e islamófobas. Capitaliza el descontento de sectores de la población con el incremento de la inmigración, y promueve discursos cada vez más inclinados hacia el nacionalismo.

Múnich dio una señal fuerte a favor de la democracia

En las últimas semanas, la Unión Democristiana contó con el apoyo de AfD en el Parlamento, a fin de endurecer las leyes migratorias. Una medida que ha sido interpretada por los ciudadanos como una peligrosa normalización de la ultraderecha en la política germana.

Mientras la AfD aprovecha para avanzar, con miras a transformar la realidad política, la izquierda alemana ha comenzado a movilizarse y a alzar su voz por la preservación del llamado “cordón sanitario”, un mecanismo o acuerdo entre partidos políticos tradicionales para evitar la expansión de la ultraderecha.

El pasado sábado, más de 300.000 personas se manifestaron en Múnich para protestar contra la creciente influencia de la ultraderecha y su agenda antidemocrática.

Los manifestantes, que se congregaron pacíficamente, portaban pancartas con lemas como “el odio no es una opinión” o “¿racismo? No con nosotros”. La convocatoria tenía como lema “la democracia te necesita”.

La manifestación Múnich es multicolor quería enviar “una señal fuerte a favor de la diversidad, la dignidad humana, la cohesión y la democracia”, según sus organizadores.

También el movimiento Abuelas contra la extrema derecha hizo un llamado a manifestar en varias ciudades, incluida Hannover, donde, según la policía, 24.000 personas protestaron. Hubo también marchas en Bremen y Frankfurt, entre otras ciudades.

Elon Musk: “Combatan por un futuro radiante”

Hasta el controversial multimillonario Elon Musk, dueño de X, Tesla y ahora parte del gabinete de Trump, ha apoyado abiertamente al partido de extrema derecha.

Tras la polémica por su controversial saludo con la mano derecha erguida, que hizo durante la toma presidencial de Trump, el pasado 20 de enero, ahora el magnate participó, a través de una videoconferencia, en un mitin donde reiteró su apoyo a AfD, que encarna, según él, “la mejor esperanza para Alemania (…) está bien estar orgulloso de ser alemán. Combatan por un futuro radiante (…) especialmente por más autodeterminación para Alemania y para los países de Europa”, dijo ante los aplausos del público.

En el pasado, Musk se ha aprovechado de la enorme difusión de su plataforma X para involucrarse en la política interior de Alemania, publicando comentarios contra el canciller Olaf Scholz, tildándolo de “loco” y “de imbécil incompetente” y al presidente Frank-Walter Steinmeier de “tirano antidemocrático”.

La ayuda del magnate para la campaña de AfD podría ser aún más concreta y, según los portavoces del partido, Musk y la candidata Weidel tendrían planes para realizar entrevistas a través de X-Space. Una ventana más para promover a gran escala la agenda política de las fuerzas de ultraderecha.

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