Las deportaciones masivas, sumadas a la imposición de aranceles y a un discurso agresivo permanentemente, han espantado a los turistas que querían viajar a Estados Unidos. Durante el mes de marzo, el número de visitantes internacionales a ese país cayó un 11,6% en comparación con 2024.
Según las estimaciones de Tourism Economics, un descenso del 9,4% en el número de turistas en el año 2025 podría traducirse en la pérdida de 170.117 puestos de trabajo, una cifra que podría aumentar aún más si Donald Trump decide intensificar su guerra arancelaria.
El Departamento de Comercio de Estados Unidos, publicó cifras provisionales en las que se determina que el número de visitantes internacionales fuera de Norteamérica que viajaron a Estados Unidos cayó un 11,6% en marzo en comparación con 2024. En el caso de México, la caída es aún mayor: -23% en términos interanuales. Por su parte, menos de 1,5 millones de turistas canadienses cruzaron la frontera en coche el mes pasado, un 31,9% menos que en marzo de 2024.
En sus últimas previsiones del 3 de abril, el centro de investigación prevé un descenso del 9,4% en el número de turistas que deberían viajar a Estados Unidos este año (lo que representaría casi 7 millones de turistas menos en comparación con 2024)
Rechazo a Trump espanta el turismo
El motivo de esta merma en el turismo hacia EEUU, hay que buscarlo en el rechazo que genera una actitud de Trump que se percibe agresiva y que, en palabras de X, «está generando una cierta animadversión hacia América», opina Joan Esteve, director de inversiones de Gesinter.
En el caso de China, el flujo de turistas hacia Estados Unidos disminuyó notablemente. Las advertencias del gobierno chino sobre posibles riesgos de discriminación y tensiones geopolíticas han influido en una caída del 11% en las visitas en marzo respecto al año anterior. Esta situación ha afectado la conectividad aérea y ha reducido el consumo turístico de los visitantes chinos en Estados Unidos.
Impacto económico de la disminución turística
La reducción del turismo internacional podría tener consecuencias económicas significativas para Estados Unidos. Según Tourism Economics, el gasto internacional podría disminuir un 10,9% en 2025, lo que representaría una pérdida de hasta 18.000 millones de dólares en ingresos directos. Sectores como la hotelería, el transporte aéreo y la restauración ya están sintiendo el impacto de la disminución de visitantes extranjeros. En términos generales, la afectación al PIB turístico podría alcanzar los 64.000 millones de dólares.