El ministro de Relaciones Exteriores, Yván Gil, informó este jueves que han enviado comunicaciones a la directora general de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Amy Pope, y al alto comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur), Filippo Grandi, para que intervengan en favor de los más de 200 migrantes presos en una cárcel de máxima seguridad en El Salvador, tras ser deportados por EE.UU.
Estas solicitudes, según el canciller, se suman a las hechas la semana pasada al secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, y al alto comisionado para los Derechos Humanos, Volker Türk, quienes, señaló, representan un sistema que «debe responder» «secuestro de los connacionales».
«(Llevan) 19 días en silencio, me imagino que están preparando un buen documento, es lo que creo yo, sinceramente, me imagino que están preparando un documento denso donde van a tocar todas las aristas de las violaciones que se están cometiendo a los migrantes y a los derechos humanos en este momento», expresó durante su intervención en el Seminario sobre la Criminalización de la Migración y los Derechos Humanos de los Migrantes, este evento reunió a expertos internacionales y activistas de países como Panamá, El Salvador, Argentina y Perú.
El titular de Exteriores dijo que el país seguirá exigiendo un pronunciamiento, al ser Venezuela miembro de ese sistema, por lo que «los burócratas que hoy están allí tienen que asumir su papel» y «no pueden quedarse en silencio».
El miércoles, Gil instó al «sistema internacional» a que «se ponga los pantalones» y defienda a ese grupo de 200 migrantes, a quienes, denunció, «se les vulneran todos sus derechos» y «están padeciendo en esos campos de concentración al estilo nazi en El Salvador«.
Los venezolanos están detenidas en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) -una megacárcel símbolo de la llamada guerra contra las pandillas que el Gobierno del presidente salvadoreño, Nayib Bukele, impulsa bajo un régimen de excepción-, a donde fueron enviados por EEUU, bajo engaño, con la acusación de supuestamente pertenecer a a al extinto grupo criminal denominado Tren de Aragua, señalada como terrorista por Washington.
El fiscal general, Tarek William Saab, anunció este martes que enviará una carta a Türk para exigir la liberación de esas personas, así como para exigir que el tema de los migrantes se trate de «emergencia» en las instancias de derechos humanos de Naciones Unidas.