En un emotivo seminario celebrado en la Casa Amarilla de Caracas, madres venezolanas alzaron sus voces para exigir la liberación inmediata de sus hijos, quienes han sido detenidos en el marco de políticas migratorias que consideran injustas.
Durante sus intervenciones, las madres denunciaron casos de maltrato y abuso hacia sus familiares, resaltando la necesidad urgente de que se respeten los derechos humanos de los migrantes venezolanos. “Nuestros hijos no son criminales, son personas que buscan un futuro mejor”, expresó una de las participantes, visiblemente conmovida.
Estas madres expresan su profundo dolor y preocupación por la situación de sus hijos, quienes han sido detenidos o enfrentan condiciones adversas debido a políticas migratorias.
En sus intervenciones destacaron la exigencia de la liberación inmediata de sus hijos, quienes consideran injustamente detenidos. También piden un trato más humano y justo para los migrantes venezolanos en general. Asimismo, hicieron un llamado a la comunidad internacional y a los gobiernos para que intervengan y apoyen en la resolución de estas situaciones.
Estas madres no solo buscan justicia para sus hijos, sino que también abogan por un cambio en las políticas que afectan a los migrantes venezolanos.
El seminario también abordó el contexto más amplio de la migración venezolana, destacando cómo las sanciones económicas y las narrativas mediáticas han contribuido a la estigmatización de los migrantes. Según el canciller venezolano, Yván Gil, estas medidas forman parte de una estrategia internacional para desestabilizar al país. “La criminalización de nuestros migrantes es un ataque directo a nuestra soberanía y dignidad como pueblo”, afirmó durante su intervención.
Enmarcado en el Seminario sobre la Criminalización de la Migración y los Derechos Humanos de los Migrantes, este evento reunió a expertos internacionales y activistas de países como Panamá, El Salvador, Argentina y Perú.
El evento, que continuará hasta el 4 de abril, busca generar conciencia sobre las causas estructurales de la migración y promover un enfoque más humano y solidario hacia quienes se ven obligados a abandonar su país de origen.