Cómo disfrutar de la Navidad sin perjudicar tu salud ni tu rendimiento deportivo

La Navidad es una época del año en la que la comida tiene un gran protagonismo. Los encuentros familiares y las mesas llenas de platos tradicionales, dulces bebidas invitan a disfrutar, pero también pueden generar cierta preocupación, especialmente en quienes cuidan su salud rendimiento deportivo. Eso sí, mantener un enfoque saludable no significa privarte de disfrutarla. Con una buena planificación y algunos ajustes, es posible disfrutar de la comida navideña sin comprometer tus objetivos.

Es importante recordar que las celebraciones navideñas se concentran en pocos días: Nochebuena (24 de diciembre), Navidad (25 de diciembre), Fin de Año (31 de diciembre), Año Nuevo (1 de enero) y Reyes (6 de enero). Por tanto, no tienes por qué extender las comidas especiales durante semanas. Mantener tus rutinas habituales de alimentación y actividad física entre estos eventos te ayudará a minimizar cualquier impacto negativo.

En las comidas festivas una buena estrategia es priorizar alimentos frescos como verduras, hortalizas y frutas. Opta por ensaladas, cremas de verduras o platos al horno como base, y complementa con opciones más calóricas, como carnes o dulces, en porciones moderadas. De este modo, disfrutarás sin excesos.

Escuchar a tu cuerpo también es muy importante. Evita llegar con demasiada hambre a las comidas, ya que ese ‘ayuno’ puede llevarte a comer más de lo necesario y hasta con cierta ansiedad. Un tentempié ligero, como una pieza de fruta o un yogur, unas horas antes del evento, puede marcar la diferencia. Durante la comida, mastica despacio y presta atención a las señales de saciedad.

El alcohol es otro factor importante a tratar. Aunque está presenta en las celebraciones de Navidad, su consumo excesivo puede afectar a tu hidratación y rendimiento. Opta por agua como bebida principal y deja el vino o el cava para el brindis.

Mantenerte activo durante la Navidad no significa entrenar por obligación. Más bien se trata de integrar la actividad física como un hábito. Salir a caminar después de una comida densa o pesada, realizar una sesión corta de estiramientos o aprovechar las mañanas para correr son opciones muy buenas para seguir en movimiento y sentirte bien.

Finalmente, no descuides tu descanso. Las celebraciones pueden alterar tus horarios de sueño, lo que afecta directamente a tu recuperación rendimiento. Procura dormir lo suficiente los días previos y posteriores para minimizar el impacto de las noches más largas.

La Navidad es un momento para disfrutar y celebrar, no para sentirse culpable. Mantener la moderación, ser consciente de tus decisiones y seguir activo te permitirá vivir estas fechas plenamente, sin comprometer tu salud ni tus metas deportivas.