En una jornada que quedará grabada en la memoria de los guayaneses, nuestra ciudad se vistió de gala para honrar a la Inmaculada Concepción, nuestra querida patrona. Miles de fieles provenientes de todas las parroquias y comunidades se congregaron en una muestra palpable de fe y devoción, demostrando que la espiritualidad sigue siendo un pilar fundamental en nuestras vidas.

La solemnidad de la misa, seguida de una procesión que serpenteó por las principales calles de San Félix, fue el marco perfecto para celebrar no solo a nuestra Madre Celestial, sino también para agradecer la designación de San Félix como copatrono de nuestra ciudad. Este acontecimiento histórico consolida nuestra identidad religiosa y nos invita a profundizar en nuestra espiritualidad.
Desde las primeras horas de la mañana, los fieles se congregaron en la parroquia San Buenaventura para iniciar la procesión. Bandas de música, grupos de oración y cofradías acompañaron la imagen de la Virgen, llenando las calles de fervor y alegría. La participación de las comunidades de [mencionar algunas comunidades o sectores específicos] fue especialmente destacada, demostrando la unión y el compromiso de todos los guayaneses con esta celebración.
El alcalde Tito Oviedo, junto a las autoridades eclesiásticas, encabezó la celebración, resaltando la importancia de estas tradiciones para fortalecer los lazos comunitarios y preservar nuestra identidad. «Hoy celebramos no solo nuestra fe, sino también nuestra historia y nuestra cultura. La Inmaculada Concepción nos une como guayaneses y nos invita a trabajar juntos por el bien de nuestra ciudad», expresó el alcalde.
En esta jornada, hemos experimentado la fuerza transformadora de la fe. La Inmaculada Concepción nos inspira a vivir en santidad, a servir a los demás y a construir una sociedad más justa y fraterna. Que su intercesión continúe bendiciendo a nuestra ciudad y a todos sus habitantes.